Rrrrr, Rrrrrr, Rrrrrrr

lunes, 28 de diciembre de 2009

El desconcierto

Hay veces en que por mucho que uno quiera, las cosas no salen bien y se tuercen porque sí. Pues así llevan las mías desde ayer en el concierto tan esperado de Fito. Para empezar, yo pensaba, como ya dije, llevar la cámara. Y una, que a veces es precavida, coge una entrada y lee que no se permite hacer fotos ni filmaciones de vídeo, ni llevar botellas, latas o cualquier otra cosa que pueda resultar peligrosa. Mi cámara… peligrosa. En fin, que la dejo en casa, como está mandao, no sea que por llevarla me meta en un fregao, me la confisquen y luego toque volverse loca buscándola.


Llegamos a Madrid. Una locura encontrar aparcamiento en pleno barrio de Salamanca, atestao de gente que parecía venir siempre en avalancha hacia nosotros. Mete el coche en un parking porque al concierto, si no dejan meter cámaras, coches será más difícil.

Tómate algo a toda leche para llegar a una cola que te cagas en la entrada del pabellón de los deportes principal. Cacheando a la peña, abriéndoles los bolsos por si acaso dentro hubiera algo sospechoso. Total, que me alegro de no haber llevado la cámara y me acojono de llevar una mísera botellita de agua. No es por esta puerta. Daros la vuelta y entrar por la calle Felipe II. Y por Felipe II ni cachean ni miran bolsos ni hay cola ni ná de ná. Me cago en mi suerte por no haber llevado la cámara. Sin fotos me quedo una vez más.

Los teloneros ya habían empezado y la pena es que no habían terminado porque eran tal que una castaña pilonga.
Y empieza Fito. Todos sentaditos hasta que el hombre abre la boca. A partir de ahí todo quisqui de pié, cantando como bellacos. Al cantante pa qué se le iba a oír si ya cantaban todos los demás… Y la peña haciendo fotos y yo comiéndome las uñas de la mala hostia de no poder yo, de no ver un pijo con medio mundo delante de mí levantado, fumando cuando estaba prohibido y cantando, y bailando y yo sin uñas y llenita de mala baba.

Hasta que llegaron los bises. Tres nada menos en que decidimos cambiarnos de sitio por aquello de ir saliendo como sin que se nos viera para no tener luego lío. Y coño cómo cambio el sonido según nos fuimos moviendo y poniéndonos más centrados frente al escenario. Confieso que lloré en uno de los bises con una canción que me pone a mí muy tontona y que hasta pude oír: Abrazado a la tristeza. Eso sí, no se enteró ni el apuntador y yo me sorbí el moco como dios manda.

Oseasé, que el problema de sonido era que en el lado que nos tocó no se oía un ñordo salvo a la gente cantar y el bombo, que parecía no haber más instrumentos que ese, el dichoso bombo que me jodió todo el concierto. Ya me lo sé para otra vez: trinco cámara y me busco un sitio muchismo mejor que este.

Y pa colmo de males, doce lauros nos soplaron por el parking. Pudo ser peor? Bueno, seguro que sí. Que me hubiera llevado la cámara y me la hubieran trincao y que encima me hubiera cacheado una tía.

No puedo evitar poner una canción que desconocía totalmente y que ayer me gustó mucho.
Platero y tú: Al cantar

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡ Ufff !!...Que duro es eso de salir de noche...Duro y arriesgado...Y caro...

Pos mira, m'as dejao tan conforme, yo aquí en mi casita sin empujones ni bombo ni na de na...

Sin na de na...Snifff....

MariMadalenas dijo...

No sacaste fotos... pero disfrutaste de un piazo concierto. Y eso es lo que cuenta. Fotos tienes a manta por ahí (mismamente en flicr hay una cuenta oficial del afamado cantante que nos ocupa).

http://www.flickr.com/photos/lasttourinternational/

Platero y Tú hicieron buen rock and roll. Te gustarían muchas de sus canciones... pruèbalo :)

Besetes, marimona.

UnaMadalena. dijo...

Bueno, pues algo has aprendido: a buscar sitio para otra vez.

Y como te dice aquí la Madalenas, investiga lo del burrico. Conozco un par por lo menos, que siempre dijeron que era la verdadera esencia de Fito, su rock puro.

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