Me llevo el coche de la niña y así le echo gasolina, que lo tiene seco. Total, hasta mañana que ella vuelva de Italia, como va tan bien y no lo hemos movido desde el lunes, aprovecho y lo mismo hasta se lo lavo. Qué buen padre soy, ¿eh?
Y dicho y hecho. A mí me dejó en el curro, él se iba con el coche de nuestra hija al suyo y le llenaba el depósito. Hasta ahí bien.
Yo tenía hoy que devolverle unos apuntes a una compañera y quedé con mi señor marido en que a eso de las 15.10 me recogiera en el sitio de trabajo de esta compi y nos volvíamos juntos a casita e íbamos preparando la comida y esas cosas. Estupendo, ¿no?
Pues suena mi teléfono a eso de las 15.08. Y veo el teléfono del trabajo de mi contrario.
-¿Todavía estás ahí?
-Peor. El coche no arranca. Como algo por aquí y luego a ver si consigo llevarlo al taller.
-Cagoentó. Pues me pillo el bus y voy pa casa. Hablamos luego.
Ya pelín peor la cosa. Mari Marmo, cógete el bus y llega a casa cerca de las 16 horas, con más hambre que uno que se perdió en la isla, sin marido y sin comida, no el de la isla, sino yo.
Sin noticias hasta las 19.30 horas en que suena mi móvil.
-Que voy con la grúa al taller, que esto no arranca ni de coña. Que si me vas a buscar que voy pillado de tiempo para el fisio que lo tengo a las 21.00 horas.
-Voy p´allá. Lo que tarde en plantarme el chándal, que no me vuelvo a encasquetar vaqueros y botas ni de coña vespertina.
Y llego al taller y allí estaban mi marido y el mecánico cascando.
-Bueno, ¿qué le pasa ahora al coche?. Le vamos a sacar un bono de tu taller, porque vaya rachita.
-Calla, jajaja, que ahora te cuento –esto el marido, que el mecánico me miraba con cara cachondeo.
Y me contó: le llenó el depósito de gasolina a un Diesel. 35 euros de combustible al ñordo más lo que cueste el apaño, más, ya que nos ponemos, el arreglo del retrovisor del acompañante que estaba más pallá que pacá, y que ahora está pallá del todo pues antes de echar gasolina al diesel lo metió a lavar y el espejo quedó tal que colgando como lo que yo me sé.
4 comentarios:
Ta claro, visto lo visto el marido no cena caliente en un par de semanas. Por incompetente. :D
Pa una puñetera vez que mueven el culo y hacen algo... van y la cagan.Si es queeeeeeeeeeeeee....
¡Vamos! es que yo no entiendo a las mujeres, ¡os quejais de todo!
Pobre marido todo el día tirado por ahi, entre gasolineras, lavaderos talleres, sustos y desagravíos.
¡Menos mal que San Cristobal nos proteje!
Ahora que me fijo en el tiempo que hace en tu pueblo... Vaya rasca, ¿no?
Abrígate los muslos, Eugenia María.
Publicar un comentario