Rrrrr, Rrrrrr, Rrrrrrr

martes, 17 de noviembre de 2009

Una de vampiros

Hoy me he sentido como la protagonista principal de las pelis para chavales “Crepúsculo” o “Luna Nueva”. Y no es que me hayan crecido los colmillos o que un tío buenorro me haya sorbido la sangre para hacerme suya, que ya me hubiera gustado. Pues no, josmíos! Que es que he tenido que poner los dos brazos a disposición de la enfermera y casi en ninguno de los dos se veían venas. Que tener yo juro que tengo porque si me pincho sangro, pero que debe ser que cuando ven la agujita se ponen en huelga y se hacen chiquirritillas. Menos mal que a una del brazo izquierdo la han pillado así como de sopetón y no le ha dado casi tiempo de esconderse y ZACAAAAA. Mi sangre corriendo por la jeringa como loca!


Azul no era a pesar de lo refisna que yo soy. No debo ser de la realeza por mucho que me jorobe, con lo fashion que me considero, oyes! Yo quería ser reina de España por aquello de que me pilla más cerca, pero me temo que me quedo con las ganas. Eso sí, en el trono de mi casa soy la reina más chic de todas :-D

3 comentarios:

MariCruz dijo...

Jamía... a mí la carne no se me verá pero las venas las puedes contar una a una. Chuchurría que es una :D

la canelilla dijo...

A mí me pasa que cada vez que voy a que me saquen sangre me pongo tontuna...y solo falta que me digan eso de ayyy que no se te ven las venas...y yo trago pa dentro y pienso en narices de gato, los Jonas Brothers, en la madre que los parió, y en una tirita mona que me pongan sin que luego me tiren los pelillos..
aisssss
oli

El Venas que no el Venaó dijo...

Pues mi última vez fue tal que así.

Allí la chica en prácticas sobeteándome el brazo, masaje va masaje viene, para ver si las hacía, asomar nos os creaís. Nada, que la chica debía andar mal de la vista porque no encontraba nínguna.

Total allí se envalentona y zasss aguja para dentro, nada no salía ni aire. Cambio de brazo, y sobeteo otra vez, y venga aguja que te crio. Tampoco.

La niña ya sudando, llama a la enfermera que las vigilaba. Allí que llega y venga cree encontrar una y zasss, aguja para dentro, tampoco. La saca, mete por otro lado y zasss tampoco.

Cambio de brazo allí urgando removiendo la aguja y hago un gesto de dolor y me pregunta. ¿Te duele no?, y digo pues ese último giro algo si. Me dice mejor no mires.

Sí no te jode, para un espectáculo que es gratis voy a perdérmelo yo, pensé para mis adentros.

Allí que de pronto brota una briznilla minúscula de color rojo, la tia se quita los guantes me maseja para que marque bien la zona y le digo: yo estoy seguro que no tengo nada pero eso es conveniente para ti? Me dice, hay veces que con los guantes no hay suficiente tacto y hay que hacerlo así. Ole tus huevos pienso yo, y luego dicen que el Jesulin era un temerario antes los toros. Eso es que no vieron a esta.

Total ya al apretar y ver la gotita, se dijo esta es la mia, metio el estoque y jeringuilla nueva.

Mira que les costó a las pobres, y yo que estaba seguro que algunas vez me había visto unas venas bien hinchadas de sangre por algún lado. ¿Dónde las habré visto?


En fin, de allí salí con esparadrapos por todos lados, que parecía un yonki que se había metido a pares, a buscar un sitio para desayunar. Oye que vaya hambre que dan las funciones de teatro a primera hora la mañana.

Tenían que poner allí como en el cine, a la entrada venta palomitas y demás.

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