Rrrrr, Rrrrrr, Rrrrrrr

martes, 5 de octubre de 2010

A mis dos peluches

Sabe que voy a hacerle la cura diaria en su ojito derecho. Se echa un poco hacia atrás, como eludiéndome. Deja que le limpie primero con la gasa y el suero y que le eche betadine después con otra gasa. Aguanta pacientemente el ritual. Y por lo general, se deja curar sin vacilar. Incluso después me lame la cara como dándome las gracias.

Otras veces viene y me busca. Maúlla de una manera que reconozco muy bien. Me pide que le abra la puerta del jardín y que salga con él para que, una vez tumbadito al sol, le haga carantoñas en la tripa o en la espalda. Sólo hasta que él decida. A partir de ahí me da patadas porque ya tiene su ración de mimos y no necesita más.

El otro es como mi perro. Todo el día pegado a mis faldas, maullándome para que le haga mimos o para que sea buena y le dé la chuche o la malta que le vuelven loco. Persiguiéndome continuamente porque necesita siempre tener a alguien cerca para darle la seguridad que siempre le faltó.

Por las noches, cual ritual, se tumba en mi lado derecho para que le pase mi mano por la cabeza. Me ronronea sin parar y se va a mis pies y duerme como un lirón gordote. Feliz.

Los dos saben perfectamente de qué manera pueden ganarme. Yo lo tengo más difícil y en eso también me ganan.

No somos de la misma especie y sin embargo nos entendemos a la perfección, aunque yo no he aprendido todavía bien a maullar. Pero en ello estoy.


3 comentarios:

MariClick dijo...

Bonita historia. Unos mimines a tus gatos de mi parte.

:)

Marmopi dijo...

Tú dales un abrazote grande a tus cánidos, a tus peces y a tu tortuga. Pero guárdate uno para tí, que luego cogen confianzas y también se lo quedan. Y eso sí que no...
Besos, reinalchumbo ;-D

Mª Carmen Callado. dijo...

Esta gatuna se identifica con lo que dices, por tu amor por los gatos y por esos cuidados especiales que a veces nos obligan a quererles aún más.

Besicos para los gatipeluches y para ti.

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