Rrrrr, Rrrrrr, Rrrrrrr

viernes, 22 de octubre de 2010

Soluciones a tó pasto

Sepáis que hoy, según me lavaba los dientes, me dio por pensar. Y a esas horas de la madrugada, porque para mí es difícil un despertar sin ton ni son por mucho que sean las siete, no suele una darle al perolo porque las neuronas están más fritas que yo.

Pero mira tú por dónde, hoy me vestí (lo hago a diario, aunque no lo diga nunca) y me coloqué una camiseta que lleva un ataillo en un lado, un nudo de esos que te ajusta o te desajusta y que jamás había tocado yo, porque no quedaba mal el ajuste tal y como vino de la tienda. Sin embargo, me dio el puntito de querer retocarlo un poco para cambiar el ajuste dichoso. Y claro, una desata y luego al volver a atar, la atadura ya no queda tan fashion como quedaba antes. Y ahí me ha dado el flash del pensamiento tempranero de hoy:

Como si fuera lo más normal del mundo -ya que una lleva dándole a la santa tecla más años que Matusalén- quería yo ir directamente al botón “deshacer”, esa flechita azul que nos viene muy bien cuando metemos la pata hasta el corvejón con el Word. Pero no me la he encontrado. Y entonces ha sido cuando he pensado yo en por qué no tendremos los humanos un algo de la cacharrería que inventan y que nos hace algo más fácil la vida rutinaria. Si tuviéramos un “deshacer” a mano, aunque sólo fuera un botón que deshiciera los últimos tres pasos que dimos, no todos los que hemos ido dando desde que aprendimos a andar, sería ya un alivio. Yo hoy podría haber vuelto a dejar el nudo que venía en mi flamante camiseta y no se hubiera quedado hecho un churro por haberlo tocado yo. Que te cae un lamparón de pasta de dientes en la ropa… deshaces y limpio (eso sí, tendrías que volver a lavarte los piños, pero seguro que esta vez lo hacías con más cuidadín) y si de paso te hubieras dado cuenta de que llevas un tomate en el calcetín, pues ese tercer “deshacer” te quitaría los calcetines de la vergüenza en un plis plas y ya a la tarde los coserías o irían directos al cubo de la basura.
Que un día le llamas cacho cabrón al jefe porque te tiene hasta los perendengues... botón "deshacer" antes de que te suelte una hostia o te mande al paro tan concurrido hoy y listo.


Si a alguno de mis millones de lectores se le ocurriera la magnífica idea de inventar el dichoso botón, me mande un mail y estaré dispuestísima a hacer incluso de conejillo de indias.

2 comentarios:

MariClick dijo...

Me añadan un botón "deshacer" a mi vida.

Plis.

Marmopi dijo...

Pero mira que eres, Maritú! Que no se puede deshacer tó de golpe. Ansiosaaaaaaaaaa

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