Se asemejan estas flores a las del almendro, que es otro espectáculo que si podemos, no nos debemos perder. Pero el almendro ya floreció, al menos en Madrid, hace unas semanas. Toca para el próximo año.
Las hojas tiene un brillo característico
Y los insectos campan a sus anchas. Te ponías a hacer fotos bajo los cerezos y parecía que estabas en un aeropuerto con los zumbidos impresionantes de los bichejos libando néctar.
Precioso, en definitiva. Según te ibas alejando parecía, miraras hacia adonde miraras, que había alfombras blancas extendidas por el campo.
2 comentarios:
No me canso nunca de ver imágenes así. Los paisajes nevados también son mi debilidad. La naturaleza es maravillosa.
Un beso, Marmo!
A tí te pasa como a mí con el mar y eso que le tengo muchísimo miedo, pero podría tirarme horas mirándolo anonadada.
Que pases una buena semana santa, niña.
Un beso fuerte
Publicar un comentario