Rrrrr, Rrrrrr, Rrrrrrr

domingo, 13 de febrero de 2011

Si no sabes filosofar... pa qué te metes...

Vamos, toda la vida, pasando por etapas que nos hacen crecer y desarrollarnos. Etapas que nos pueden poner en una tesitura de verdadera puñeta o jodienda (con perdón) para en otras hacerlo de modo bastante más llevadero, más al tran tran.
Y en todas, o más bien de todas, aprendemos experiencias nuevas y por ende, reacciones nuevas con las que salir del paso, y que son, por lo general, más pensadas, más amasadas, menos locas según pasa el tiempo y con él nuestro desarrollo personal.

No sé si en algún momento terminamos por sentirnos ya hechos y satisfechos, aprendidos y ensayados de casi todo, por decirlo de alguna forma, o si seguimos aprendiendo de las experiencias hasta que nos vayamos al otro mundo. Supongo que también dependerá de cómo seamos cada cual. Me he fijado que hay personas que ya están de vuelta de todo y les importa la cosa un comino. Están aquí porque aún no les ha llegado el momento de irse al otro barrio, pero son como muertos en vida. Y no me refiero a personas enfermas o muy ancianas, que ya entonces mejor apagamos, sino a gente poco mayor que yo y que son como espantapájaros, puestos siempre en el mismo sitio, esperando diariamente nada, importándoles diariamente nada también. ¿Qué pensarán del resto de mortales? Igual ellos se hacen las mismas cábalas que me hago yo de ellos. Siento pena por ellos, porque no les veo vivir. Pero es que lo mismo yo les doy pena también porque quizás los que viven son ellos y no yo. Y quizás el espantapájaros sea yo para ellos y sólo esté puesta aquí para asustar a los pájaros. Puede ser también, por lógica, que haya maneras varias de vivir o que cada uno, aunque sólo hubiera uno forma, viva de muy distinto modo que los demás. Estoy diciendo cosas muy raras, creo. Y me parece que lo dejo, porque empiezo a desvariar y no son horas, que cuando me pongo filosófica sin serlo y sin tener pizquita de ganas ni conocimiento sobre esa “Sofía” me doy un poco de miedo. Me callo que estoy más guapa y me pongo a otros menesteres, me quito el traje de espantapájaros y listo.

Ni siquiera sé si alguien me habrá entendido o sabrá lo que quiero decir ni si se habrá sentido de la misma manera que yo con lo que he planteado, que no sé si es planteamiento o auténtica chorrada. Pero ya que me ha salido de tirón y lo he dejado escrito aquí, no es cuestión de quitarlo. Otra entrada más para el blog, aunque no sirva de nada, ni siquiera a mí.


2 comentarios:

uxue dijo...

Chica con lo que a veces cuesta escribir en el blog no es cuestión de borrarlo, ya después de escrito a publicar y que lo leamos. Además nos habrias privado de tu disertación de un domingo, que eso ya tiene mérito.

A veces miramos a una persona y pensamos que es un rarillo y que nosotros somos los "normales" y si entráramos en su mente puede que suceda al contario que los espantapájaros seamos nosotros para ellos.

Lo importante es que cada uno se sienta a gusto con su manera de ir por la vida, sin hacer daño. Difícil de comprender su forma de vivir, pero existen y hay que aceptarlos.

Un beso guapa

Eusebio Gómez dijo...

¿Qué tal va ese cuerpo, ya sin agujetas?
¿Este texto no será producto de esas agujetas que te hayan afectado a la neurona, no? jejejejeje, es broma, querida.
Pues si, yo también he hecho estas reflexiones alguna vez, en ocasiones con un amigo que pensaba como yo, y como tú, pero otras veces con alguno que pensaba que mi forma de ser y de actuar y de mi manía en meterme en demasiados "charcos", de los que no se sacaba ningún beneficio material, era una tontería. Pero bueno, cada uno es cada uno. Lo importante es ser feliz, o intentarlo, con lo que uno siente que debe hacer.

Muchos besos, querida amiga.

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails