Primero, lo que te cuesta salir de la cama
.
Te levantas con el cuello dolorido.
La nueva dieta no parece que funcione...
Intentando hacer ejercicio te da un tirón muscular.
Tu sombrero nuevo te quedaba mejor en la tienda.
Pierdes cosas...
Y luego la comida te cayó fatal.
Te sientes atrapado.

Se te presenta gente a cenar sin haberlos invitado.
¡Mañana puede ser mejor!
Trata las situaciones estresantes como haría un perro: Si no puedes comértelo o jugar con ello,
méate encima y lárgate.
10 comentarios:
jajajaj, qué gracia, ahora sé por qué me gustan más los perros que los gatos, estos tuyos desde luego están gafados, a los pobres les pasa de tó, jajaja.
Un abrazo, guapetona.
Están graciosos los bichejos, sí. Yo, será precisamente porque les pasa de todo, que me tiran más los mininos. Les pasa como a mí en cuanto a calamidades, jejeje.
Abrazos
Muy bueno y lleva mucha razón!!
Besos, Marmo!!
Son unos incomprendidos los pobres, les pasa de todo.
Nosotros ponemos cara de mala leche y los gatitos ponen una carita que da penita los pobres!!
Muy bueno marmopi.
Besos!!
Hola, Gloriana. Simpáticos son los pobres... y desgraciados.
Beistos, guapetona mía
Buenos días a tí también, Uxue. Yo quisiera ser gato, pero si tengo la suerte de éstos, casi que me quiero quedar como estoy.
Un abrazote
Yo me identifico con uno en particular, a mi me pasa lo que al gatito que pierde sus cosas y las tiene al alcance. Es desesperante, te desanima chica…pufff, es la edad….
Muy buenas las fotos Mari, un abrazo mi niña…chau
Pues yo me identifico con casi todos. Será que soy muy desgraciadita, jejeje. No, pero yo creo que todos hemos pasado por esas situaciones alguna vez.
Un abrazo, Carlos. Hasta otra!
¡jajaja!! en la foto del tirón, se le oye hasta crujir, al animalillo...
Que no has oído mis huesos. A esos sí que se les oye!!!
Besetes, bicho
Publicar un comentario