Rrrrr, Rrrrrr, Rrrrrrr

miércoles, 23 de marzo de 2011

La aventura de hacer pis

Este monólogo lo conozco desde hace unos años, pero hoy me lo han vuelto a recordar. Paqui, no entras aquí, pero yo te agradezco mucho el gesto de recordarme cómo tengo que mear en un wáter público.

SI ERES MUJER, LO ENTENDERÁS


SI ERES HOMBRE, YA NO VOLVERÁS A PREGUNTAR..POR QUÉ...

El gran secreto de todas las mujeres respecto a los baños es que de pequeña tu madre te llevaba al baño,
te enseñaba a limpiar la tabla del inodoro con papel higiénico y luego ponía tiras de papel cuidadosamente en el perímetro de la taza. Finalmente te instruía: 'Nunca, nunca te sientes en un baño público'

Y luego te mostraba 'la posición' que consiste en balancearte sobre el inodoro en una posición de sentarse sin que tu cuerpo haga contacto con la taza.

'La Posición' es una de las primeras lecciones de vida de una niña, súper importante y necesaria, nos ha de acompañar durante el resto de nuestras vidas. Pero aún hoy en nuestros años adultos, 'la posición' es dolorosamente difícil de mantener cuando tu vejiga está a punto de reventar.

Cuando TIENES que ir a un baño público, te encuentras con una cola de mujeres que te hace pensar que dentro está Brad Pitt. Así que te resignas a esperar, sonriendo amablemente a las demás mujeres que también están discretamente cruzando piernas y brazos en la posición oficial de 'me estoy 'meando''.

Finalmente te toca a ti, si no llega la típica mamá con 'la nenita que no se puede aguantar más'. Entonces verificas cada cubículo por debajo para ver si no hay piernas. Todos están ocupados. Finalmente uno se abre y te lanzas casi tirando a la persona que va saliendo. Entras y te das cuenta de que el picaporte no funciona (NUNCA FUNCIONA).

No importa... Cuelgas el bolso del gancho que hay en la puerta, y si no hay gancho (NUNCA HAY GANCHO), inspeccionas la zona, el suelo está lleno de líquidos indefinidos y no te atreves a dejarlo ahí, así que te lo cuelgas del cuello mientras miras como se balancea debajo tuyo, sin contar que te desnuca la correa, porque el bolso está lleno de cositas que fuiste metiendo dentro, la mayoría de las cuales no usas, pero que las tienes por si acaso...

Pero volviendo a la puerta... Como no tenía picaporte, la única opción es sostenerla con una mano, mientras que con la otra de un tirón te bajas los pantalones y te pones en 'la posición'... Alivio...... AAhhhhhh.... por fin... Ahí es cuando tus muslos empiezan a temblar.... Porque estás suspendida en el aire, con las piernas flexionadas, las bragas cortándote la circulación de los muslos, el brazo extendido haciendo fuerza contra la puerta y un bolso de 5 kg colgando de tu cuello.

Te encantaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la taza ni la cubriste con papel, interiormente crees que no pasaría nada pero la voz de tu madre retumba en tu cabeza 'jamás te sientes en un inodoro público!!', así que te quedas en 'la posición' con el tembleque de piernas... Y por un fallo de cálculo en las distancias una salpicada finíííííísima del chorro te salpica en tu propio culo y te moja hasta las medias!!!

Con suerte no te mojas tus propios zapatos, y es que adoptar 'la posición' requiere una gran concentración.

Para alejar de tu mente esa desgracia, buscas el rollo de papel higiénico peeero, nooo hayyyyyy...! El rollo esta vacío...! (SIEMPRE) Entonces suplicas al cielo que entre los 5 kilos de cachivaches que llevas en el bolso haya un miserable kleenex, pero para buscar en tu bolso tienes que soltar la puerta, dudas un momento, pero no hay más remedio.......

Y en cuanto la sueltas, alguien la empuja y tienes que frenar con un movimiento rápido y brusco, mientras gritas OCUPAAADOOOO!!!

Ahí das por hecho que todas las que esperan en el exterior escucharon tu mensaje y ya puedes soltar la puerta sin miedo, nadie intentará abrirla de nuevo (que en eso las mujeres nos respetamos mucho).

Sin contar el meneo del portazo, el desnuque con la correa del bolso, el sudor que corre por tu frente, la salpicada del chorro en las piernas... el recuerdo de tu mamá, que estaría avergonzadísima si te viera así,
porque su culo nunca tocó el asiento de un baño público.

Estás exhausta, cuando te paras ya no sientes las piernas, te acomodas la ropa rapidísimo y tiras la cadena tratando de tocarla lo menos posible, por si las enfermedades... Entonces vas al lavabo.

Todo está lleno de agua, así que no puedes soltar el bolso ni un segundo, te lo cuelgas al hombro, no sabes cómo funciona el grifo con los sensores automáticos, así que tocas hasta que sale un chorrito de agua fresca,
y consigues jabón (A VECES LO HAY, menos mal), te lavas en una posición de jorobado de Notredame
para que no se resbale el bolso y quede debajo del chorro...

El secador ni lo usas, es un trasto inútil así que terminas secándote las manos en tus pantalones, porque no piensas gastar tu kleenex para eso y sales...

En este momento ves a tu chico que entró y salió del baño de hombres y encima le quedó tiempo de sobra para leer un libro de Borges mientras te esperaba.

'¿Por qué tardaste tanto?'' te pregunta él ya aburrido.

'Había mucha cola' te limitas a decir.

Y esta es la razón por la que las mujeres vamos en grupo al baño, por solidaridad, ya que una te aguanta el bolso y el abrigo, la otra te sujeta la puerta, otra te pasa el kleenex por debajo de la puerta y así es mucho más sencillo y rápido ya que una sólo tiene que concentrarse en mantener 'la posición' y la dignidad.

¡Gracias a todas por haberme acompañado alguna vez al baño y servirme de perchero o tenedora de puerta!!!!.....

8 comentarios:

Carlos dijo...

Hola marmopi.

Recuerdo este monologo de haberlo leído en todoslosforos hace unos años atrás y lo habías puesto tú, en ese momento me resultó de lo más gracioso y me doblaba de la risa.

Hoy en un día feo…lluvioso y triste has logrado arrancarme una vez más una sonrisa que me cambió el día, ahora todo luce mejor…gracias.

Un besote chica…agur

Marmopi dijo...

Efectivamente, Carlos, allí lo puse yo en cuanto lo conocí, pero creo que no lo había vuelto a leer. Y hoy, cuando me lo he encontrado en mi bandeja de correo, me he dicho... al ataque con él de nuevo.

Es buenísimo y lo triste (aunque muy divertido si no te ves en el ajo) es que es de lo más real.

¡Besos, guapísimo!

uxue dijo...

Yo también recuerdo el monólogo como Carlos y me partía de risa leyéndolo entonces como me ha sucedido ahora.

Muy bueno marmopi, da gusto leerlo y sonreir con ello, aunque a quien le haya pasado no le hará ninguna gracias.

Besossss!!!

Marmopi dijo...

Uxue, no me digas que tú no te has visto en las mismas del monólogo... chica, qué suertuda eres, porque yo, no una sino bastantes veces me he encontrado tal cualito el monólogo. Que me imagino... y las pintas debían ser para morirse de la risa, ahí culo en pompa, bolso arreguñao en un brazo, mano en la puerta (incluso te diré que cabeza porque las hay insistentes con lo de empujar...) y casi ni llegando el chorrillo adonde debía. Pa verme, guapa! Me meo sólo de pensarlo. Menos mal que ahora estoy en casita, jajaja

Un besete

Anónimo dijo...

¿Tu ves Tortu?...Los tíos no tenemos tantos problemas...Meamos tos juntos y mientras nos entretenemos en comparar con el vecino, lo que, a veces, nos sube la moral cantidad...

Y no passa na oches...(ese "oches" me recuerda a un descastao que ya ni a mear aparece el jodío)...

Marmopi dijo...

Así también meo yo, Piru. Igualico es lo nuestro si lo comparamos con lo vuestro. Y encima os entretenéis con el metro...

Un besote grande, grande :-)

Eduardo dijo...

Si que es complicado el universo meandero....Por cierto los de los bolsos merece otra entrada porque yo he llegado a ver dentro de un bolso el cable de la plancha, que no se qué cojo... hacía dentro pero allí estaba...

Besotes

Marmopi dijo...

Jo, Edu, yo es que en el bolso llevo un poco de todo, pero cables de plancha... copón, eso ya es muchooooo

Un abrazote gordísimo (aunque si es abrazote, ya se supone que tendrá su peso... jajaja)

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