Rrrrr, Rrrrrr, Rrrrrrr

jueves, 6 de mayo de 2010

Fin de la película "LOS PÁJAROS"

Hoy lo estuve hablando con una compañera mía. Como siga sin verles, me hago cargo yo de los niños, si es que no les ha pasado nada. Eso sí, a ver cómo les consigo la comida, que no voy a irme yo a por gusanillos o lombrices al río Jarama, que es el que tengo más cerca. Y ella me habló de miguitas de pan mojadas en leche; pudiera ser que con eso consiguiera que se hicieran más fuertes hasta que decidieran abandonar el nido.

Y es que ayer sus padres no revolotearon ni cerca ni lejos de sus niños. Yo pregunté a mis hijas… habéis visto a los progenitores de los polluelos venir a darles de comer o al menos a cubrirles del frío y del viento terrible que sopla desde hace dos días? No, no hay rastro. Mi compañera me decía esta mañana que los animales son así, que cuando temen por su seguridad, se olvidan de que tienen una prole en el nido y se dedican a asegurarse su propia existencia. Así que así llegué yo hoy a casa después de mi mañana movidita. Lo primero que hice fue preguntar a mi hija si habían dado hoy señales de vida. Y ella me dijo que ni les vio por la mañana antes de ir a clase ni después de volver del instituto. Así que… ni corta ni perezosa me he cogido la escalera, con el cuerpo medio revueltillo por lo que pudiera encontrarme (que tras lo de los mirlos de la primavera pasada ya me espero cualquier cosa…) y salí al jardín dispuesta a entrar en casa con un nido y los habitantes medio moribundos para darles de comer lo que buenamente pudiera o incluso ya más tiesos que la mojama.

Y hete aquí que me subo, miro entre las plumitas y las cagadas de pájaro que había en el nido. Y que no hay nada. Ni un pajarillo tieso, ni dos, ni tres. Así que quito el nido del arbusto y respiro hondo, rebusco por el suelo alrededor del arbusto esperando encontrarme allí lo que no encontré en el nido y tampoco hay nada. Pues no sé qué habrá pasado con los peques ni me importa, pero por lo menos dejo de estar pendiente y dejo que campeen a sus anchas mis pobres gatos, que andaban ellos castigados porque no fuera que se atrevieran a dar el salto y trincarse o hacer que se asustaran, tanto a padres como a suegra de ella y a los niños.

Cada vez tengo más claro que los pájaros son eso, unos pedazo pajarracos que pa qué. Se lo pasan bien mientras hacen a los polluelos, tienen los niños y luego, si eso, que apechugue otro. Y estoy de apechugar con los que no me tocan hasta el mismísimo moño. Anda y les den!

THE END

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que tienes otros huespedes en el jardín, Marmo...
Depredadores de nidos y tal...
Ley de vida...

Lola Romero Gil dijo...

Da penica,pero creo que tiene razón el Piru...:(

Pero es mejor pensar que ´si, que los pajarracos y los pajaritos han volao y que...¡les den,Mari!.

Besosss.

Unknown dijo...

Esto... con permiso, o sin él, quisiera dejar mi reflexión, que va unida inevitablemente a una duda: Si utilizaste el disfraz de tortuga para subir al árbol, es muy probable que al llegar a la altura del nido, los pajaritos ya tuviesen bisnietos...como poco.Es que además he relacionado eso, con la cadencia existe entre los título del atleti...y llegué a la conclusión de que igual, eso del "tiempo, la vida...las horas" es algo muuuu relativo pa según quién...jajajaja.

Que na...es algo que se ma pasao por la cabeza, sin mas....jejeje.

Bonito blog...no podía ser menos.

Un besote...nos leemos!!!!

Marmopi dijo...

Piru, la verdad es que la sabiduría se ve con los años. Seguro que fue lo que dices.... un maldito comebichos de nido. Pues bueno, sea como sea, se acabó y mis dos gatos campan por el jardín como debía ser. Y yo feliz de no tener que cuidar nietos.

Atlan, gracias por pasar. Tengo esto últimamente pelín desangelado, pero seguro que es por lo que dice Skiper de aquello de las tortugas. Somos lentas. PERO SEGURAS.

Gracias a los tres. Por cierto, Skiper, me ha hecho muchísima ilusión verte por aquí.

Besotes!

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