Rrrrr, Rrrrrr, Rrrrrrr

domingo, 20 de enero de 2013

La pena da paso al odio

Nos están machacando. Sin disimulos, sin temblarles la mano, como ayer nos decía Rajoy en cuanto al choriceo reciente pepero, y lo están haciendo sin escrúpulos, sin ni un solo atisbo de que si lo hacen es porque las cosas no vienen bien dadas, aunque ellos insistan en que sí, en que si lo hacen es porque no hay más remedio. Ayer también, mientras yo leía lo que os voy a poner, no me temblaban a mí tampoco las manos: me temblaba el cuerpo entero y me daban unas enormes ganas de cogerlos por la yugular y apretar y apretar, como están haciendo ellos con la ciudadanía española e inmigrante. Es tan solo un caso de los tantísimos como habrá en este país, relativo a la sanidad pública (por decir algo, que de eso ya nos queda bien poco, supongo que igualmente porque no les queda otro remedio). El escrito, encontrado en facebook y compartido por mí, es de una enfermera que se encontraba de guardia haciendo su trabajo:


"Ayer estuve de guardia en mi hospital público. Por la tarde me llama la residente de puerta para que vaya a valorar a una paciente que acababa de llegar. Me encuentro a una mujer de 45 años con mal aspecto, dolor abdominal, muy delgada...
Tras la exploración y la ecografía le diagnostico un casi seguro cancer de ovario avanzado. Hay que hacerle todas las pruebas urgentes, así que le doy los volantes para que la citen y sea vista hoy mismo en la consulta de oncología ginecológica, como hacemos siempre.
Se me olvidada contaros un pequeño detalle: la mujer se llama Irina y es rumana. Perdió su trabajo hace un año y con él, hace poco, su tarjeta sanitaria. Ese detalle no lo tuve en cuenta ayer hasta que me avisaron de la Admisión de pacientes para decirme que no la pueden dar cita para ninguna prueba ni consulta ya que no tiene tarjeta sanitaria.
Irina no podrá ser operada en ningún hospital público español y si no me he equivocado en el diagnóstico, morirá sin atención médica en menos de un año.
......Infinita la impotencia, infinita la rabia. No puedo olvidarme de su mirada al intentar explicarle lo inexplicable.
Me niego a mirar para otro sitio cuando sucede una monstruosidad como esta. ME NIEGO A CALLAR.
Goyi"


No sé bien a dónde nos quieren llevar: no existe por parte de nuestros políticos ni un atisbo de humanidad y lo único que les importa es esclavizarnos con los recortes, mientras ellos, sin embargo, se lo siguen llevando muerto, descaradamente, riéndose en nuestras caras mientras nos roban a manos llenas, restregándonos el "se ha vivido por encima de las posibilidades"; sólo sé que nos tienen atados de pies y manos y que empezamos a sentir que para ellos únicamente somos desperdicios humanos. No puedo entender ya casi nada de lo que está pasando. Ahora mismo lo único que siento es pena, mucha pena, sobre todo si pienso en mis hijas y en la herencia que les vamos a dejar. Y empiezo a saber lo que es el odio. Con ellos lo estoy reconociendo


4 comentarios:

manulondra dijo...

Terrible historia, que me temo que se va a convertir en habitual.
Hasta hace pocos años muchos teníamos la sensación de vivir en un país modelo de libertades, de convivencia, de protección social, de ayuda a países pobres etc., aún reconociendo lo mucho que quedaba por hacer, la corrupción y el despilfarro existentes; aventurábamos un descalabro económico ocasionado por el sometimiento a los mercados y otros males. Pero lo que no imagínabamos es que se atentaría contra los derechos humanos con esta y otras vilezas.
Podemos soportar el paro, la carestía de la vida, el oscuro futuro de nuestros hijos, el fraude generalizado..., con cierta actitud comprensiva, pero llegar a la desatención sanitaria completa a ciertas Personas es una monstruosidad vergonzosa.

Marmopi dijo...

Hemos pasado de un estado de bienestar social a otro que nos deja desesperados en todos los sentidos. Y eso que dices, Manu, de las desatenciones sanitarias es la cosa más aberrante que son capaces de seguir a pies juntillas estos desgobernantes chorizos desalmados.

Si también eso lo dejamos pasar o no somos capaces de pararlo seremos cómplices en silencio de situaciones terribles.

Suerte, Manu. Y un fuerte abrazo

Mª Carmen Callado. dijo...

Yo ya no sé por donde tocarme para que no me duela con tanto despropósito. Tenemos que seguir gritando, escribiendo, denunciando. No hay derecho a que, mientras los corruptos se llenan de millones los bolsillos, estén pasando cosas como ésta, como aquella, como tantas...Me indigna todo ya; y lo más cabreante es que esta panda de mamones, tienen también la facultad de sacarnos de nuestras casillas...

Me voy al bosque a darle a la lengua de gata, por soltar adrenalina.

Besos guapa.

Marmopi dijo...

Resistiremos, Carmen. Ante eso espero que no puedan
Besos

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