Me dio plantón. Al menos eso parecía. Yo, a las ocho de la mañana, con la legaña despegada ya porque tenía que ir aparente y limpia a la cita, ya estaba allí, esperándole antes de tiempo, porque me podía el ansia y las ganas de verle aunque la cita realmente la teníamos fijada a las 8.15 h. Tempraneros que somos :-D
De repente llegó otra mujer, algo mayor que yo, preguntando por él. No me gustó. Pensé que sólo iba a estar conmigo.
Andábamos las dos impacientes, mirando continuamente el reloj, incluso hablando entre nosotras de por qué tardaba tanto cuando las dos estábamos como locas por verle. ¿No se habrá acordado? ¿Habrá jugado con ambas? ¿Por qué las dos juntas? ¿Será perversión lo suyo?
Otra mujer se nos acercó. Esta incluso más mayor que la otra. Bastante más mayor. ¡Leñes, que ya somos tres! Y parece que le gustan maduritas. A ver si va a resultar que lo de la perversión es cierto… Tres para un solo hombre. ¿Cuál sería su pretensión?
Decidí bajar a recepción y me confirmaron que el enfermero se había dormido y que venía enseguida.
Mi tensión… bien. Gracias. Mejor que nunca, aunque cuando me tocó entrar a la consulta de Enrique pensé que me iba a subir porque una, despistada que es, se había colocado para la ocasión una camisa pelín apretá y me la tuve que quitar y quedarme en paños menores delante de él. Pero oye, que ni frío ni calor.
¡Voy a tener que quedar más con mi enfermero, que para mi tensión me viene de perlas!
4 comentarios:
¿Y está bueno el Enrique ese? Es para mirarme la tensión si eso....
Malegro que estés buena, mariacocleta.
Enfermeros, ginecólogos.
Majas, esta claro que a vosotras la sanidad os pone eh. :D
Pos no...Esta vez el Anónimo no era yo...Conste...
A mi que coles me iba a importar si el tío ese está bueno o no...
Amos anda, que con saber que a la tensión de la señá Marmo le va bien ya me vale...
Y el Anónimo, saclare, porfa...
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El anónimo ese más bien es anónima. Tímida debe ser ella :-P
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