Así se llaman. Un padre (Lele, de Topo) y Héctor, su hijo, en concierto en una sala de Madrid. Anoche. Cantando (como los ángeles) y tocando (muy bien, por cierto) versiones de los 60 y 70 de grupos de antaño que prácticamente todos conocemos y canturreamos con nuestro inglés charcutero.
Mi marido con cuatro locas desatás. Ahí es ná. El cielo ganao que tiene. Llevaba el harén pero le faltaba la jaima. Y llevaba ánimos pero volvió con más, que cuatro zumbás y desatás no son moco de pavo y cuando no era una era la otra y si no la de más allá la que cantaba peor o decía la tontería más gorda.
Hoy de viernes. Matá, por lo menos yo, ¿pero y lo que me reí?
2 comentarios:
Lo que tiene que aguantar tu santo para disfrutar de un concierto. Nada menos que cuatro marilocas dando la chapa todo el rato.
Es un bendito tu mantecas. Y vosotras... cuatro petardasssssssssssssssssssss
Eso sí... lo pasastéis de miedo :D
Madre mia. Yo convencido de que el socio ese que está todo el día planchando y esas cosas, era otro calzonazos mas, y conste que estoy entre ellos eh. Otro acojonado sumiso ante la parienta.
Pero no, lo que es un valiente, un heroe de pantalla de Cinemascope, pero de las grandes de antes.
Joe que redaños, suelto por los madriles con cuatro karaokeras desenfrenadas, y con algún gintonic de más seguramente.
Y luego Ronaldo firmando autógrafos por tocar una pelota. Pelotas las de este, que valor.
Es mi heroeeee.
¿Firma autógrafos.?
:P
Publicar un comentario