Rrrrr, Rrrrrr, Rrrrrrr

viernes, 24 de enero de 2014

Felices cumpleaños



Hoy me he acordado de que mañana sería vuestro cumpleaños. Hermanos con doce años de diferencia que casualmente nacisteis un 25 de enero. ¡Ahí es ná mis dos granaínos!

Tú, papá, cumplirías nada menos que ochenta y nueve años y tú, sin embargo, tío, si hubieras podido aguantar un poquitín más, ya harías setenta y siete.

Espero que ahora, allá donde os podáis encontrar, habléis de vuestras cosas, recordéis tiempos pasados y os deis un tironcete de orejas, ya que no volvisteis a deciros más nada desde el año 1997 en que tú, papá, te nos fuiste para siempre.

No penséis que os hablo desde la tristeza. No. Hoy no. Os hablo desde el cariño aunque, como cada año que pasa sin alguno de vosotros, me da un poco de penilla. Pero no me quiero poner dramática.

Hace muy pocos días, repasando como quien no quiere la cosa fotos, te estuve viendo, papá, cuando mi hija pequeña era aún una niña, con aquel traje de futbolista de la selección española y con mi mayor al lado sonriendo, ellas en pie y tú sentadito en la puerta de tu casa. ¡Mira que te gustaba el fútbol! Recuerdo especialmente nuestros paseos cuando yo era muy chiquitaja y tú todavía salías conmigo a dar una vuelta, tu figura con tu transistor a cuestas los fines de semana porque no había manera de que olvidaras por un rato que había partidos. O cuando repartías el carbón por las casas y yo te acompañaba agarradita a aquel carro de hierro. Me gustaba ir contigo y tú siempre hablabas de mí orgulloso a las vecinas a las que les subías el mineral que les daba calor o con el que podían preparar la comida. ¡Qué tiempos!.

En cambio, de ti, tío, no tengo más foto que la que está en tu DNI, ese que guardo como oro en paño. Pero, aunque esta cabeza mía pocos recuerdos guarda, sí tiene entre los que quedan, aquellos días en que me llevabas a la sierra junto a aquella novia tuya que poco te duró y que iba tan pintada siempre, Juana. O los últimos tiempos que pasamos, aunque esos me han dejado bastante mal sabor de boca por lo que tú y yo sabemos.

Me estoy enrollando y no quiero. Únicamente quería felicitaros y deciros que espero que se produzca vuestro reencuentro y que podáis pasar buenos ratos juntos. Y, si es posible, ahora que nada os puede hacer daño ya, comáis una tarta a destajo y disfrutéis de ella y que cuando lo hagáis, os acordéis de mí. Seguro que sí. Un beso muy fuerte a los dos.


6 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Estamos vivos mientras tengamos capacidad de recordar.

Un abrazo

Marmopi dijo...

Efectivamente, Emilio.
Un saludo y feliz fin de semana

Eusebio dijo...

Bonitas y sentidas palabras de homenaje a esos hermanos, tan importantes en tu vida.

Un besazo, querida compi, y sin embargo amiga.

Marmopi dijo...

Gracias, Eusebio. Siempre son de agradecer bonitas palabras. Ellos ya no las escuchan pero espero que las sientan.
Un beso grandote. A ver cuándo nos vemos!!!

manulondra dijo...

Bueno, si en el universo está todo interconectado, ¿por qué no creer que nuestras almas, residuos energéticos de lo que fuimos, no se conectan en otro plano?


Saludos!

Marmopi dijo...

Pues eso digo yo, Manu. ¿Por qué no?
Un besote

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