En una oficina trabajaban tres mujeres que tenían una jefa. Todos los días ellas notaban que salía más temprano. Un día decidieron que cuando la jefa saliese, ellas harían lo mismo. A fin de cuentas, después de marcharse, la jefa nunca volvía, ni hacia ningún comentario, por eso estaban seguras de que podrían hacerlo.
¿Por qué no se podían ir ellas también más temprano?. La morena estaba realmente encantada de poder irse más temprano. Podía trabajar un poco en su jardín, podía pasar un rato jugando con su hijo, e irse a la cama más temprano.
La pelirroja también estaba feliz con este tiempo extra. Aprovecho para ir un rato al gimnasio antes de prepararse para una cita para cenar.
La rubia estaba contenta por poder llegar más pronto a casa y sorprender al marido, pero cuando llego a la habitación, oyó varios gemidos y sofocos.
Abrió la puerta lenta y silenciosamente, y quedo mortificada al ver a su marido con su jefa manteniendo relaciones en la cama. Suavemente cerró de nuevo la puerta y salió de casa.
Al día siguiente, durante un descanso para el café, la morena y la pelirroja planeaban salir de nuevo más temprano y preguntaron a la rubia si quería hacer lo mismo.
Ni pensarlo, respondió, ayer casi me pilla la Jefa.
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2 comentarios:
Seguramente ya no tendrán posibilidades de repetir la iniciativa, la empresa se ha ido a "tomar por c*l*"
Un saludo
Con gente así de "avispá" seguro que no queda ni el Tato.
Saludos, Emilio
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