Un labrador lleva su camioneta al mecánico para que se la arreglen.
Como no iban a poder repararla enseguida, decide volver andando a su granja, que no quedaba lejos.
Antes de salir del pueblo, se detiene en la ferretería a comprar un cubo y un bote de pintura. Luego pasa por la carnicería y compra 2 pollos y un pedazo de cordero. Pero al salir de la carnicería, se da cuenta de que tenía un problema: cómo llevar a su casa todo lo que había comprado.
Mientras se rasca la cabeza, se le acerca una ancianita, quien le dice que está perdida, y le pregunta:
- ¿Me podría decir cómo puedo llegar a la granja de los Rodríguez?
El hombre le contesta:
- Bueno, en realidad mi granja está muy cerca de la de ellos. Con mucho gusto la acompañaría hasta allí, pero no sé como voy a recorrer todo ese camino llevando conmigo estas cosas que he comprado.
La anciana le dice:
- ¿Por qué no pone el bote de pintura dentro del cubo, agarra éste con una mano, se pone un pollo debajo de cada brazo y lleva el cordero con la otra mano?
- ¿Sabe que tiene razón? -le contesta el hombre, y empiezan a caminar. A los cinco minutos, el hombre le dice:
- Será mejor que crucemos por un atajo que pasa por ese monte. Así nos ahorramos un montón de camino.
La vieja lo mira cautelosamente y le dice:
- Yo soy viuda, y no tengo un marido que me defienda. ¿Cómo sé que usted, cuando entremos al monte, no me va a poner contra un árbol y me va a violar?
El hombre le contesta:
- ¡¡Por Dios santo, señora!! Llevo encima un cubo, un bote de pintura de 5 litros, dos pollos y un cuarto de cordero. ¿Me quiere decir cómo hago yo para ponerla contra un árbol y violarla?
A lo que la viejecita responde:
- Ponga el cordero en el suelo, tápelo con el cubo, ponga la pintura encima del cubo y yo le sostengo los pollos.
2 comentarios:
Si es queeeee... mira que son cortos los hombres :DD
Pos yo támpoco lo entiendo eh...
Paqué tapa el cordeo y le pone el otro cubo encima, sino es un corder entero sino un trozo. ¿Se va a escapar?
Lo de la vieja ya está mas claro, que pillina. Ahora, lo de sujetar los pollos con las manos me recuerda un pasaje de un libro.
Algún día que tenga tiempo y vos ganas os lo cuento. :P
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