Al habla

Llevo a la espera de que alguien en esta casa deje de cascar por teléfono y me lo pase la repanocha. Yo miro de vez en cuando la base del susodicho y tiene una lucecita colorá, que quiere decir que alguien está hablando y no soy yo. Y cuando eso pasa, que pasan también las horas, sé que es una concreta de mis hijas, que no sé yo si no va para recepcionista y está perdiendo el rumbo con lo que estudia, porque lo que es charrar y charrar se le da de maravilla. Y juro yo que si trabaja en algo así, esta es capaz de vender lo invendible a base de aburrir al personal, porque carrete tiene para rato. Ha salido a su padre, vaya que sí. Luego dice que apenas puede hablar porque le duele la garganta. Cómo no te va a doler si no dejas descansar las cuerdas vocales ni dos segundos seguidos.

Y llevará aproximadamente una horita y lo que le quede, porque yo miro así de reojillo, que tengo la base del teléfono tal que a 30 centímetros a mi derecha, y eso sigue rojo pasión. O sea, que la niña tiene pa rato, así que hoy tengo que decir desde aquí a todos mis amantes, colegas, amiguetes, enemigos, al cobrador del frac, a mis seguidores, a mis detractores y a muchos más que no menciono por no extenderme, que ya si eso me llamen mañana porque hoy va a ser imposible.