Esa soy yo desde hace casi 24 horas. No sé si os acordáis de este muñeco de dibujo animado que estaba más cegato que un gato de escayola . Os lo pongo por si no sabéis de quién os hablo:
Bien, pues todo esto lo digo porque ayer me tocaba revisión de estos ojazos míos en el hospital. Por supuesto, como ya era consulta, ni llevaba las gafas de lejos porque las uso en momentos concretos, ni llevaba las de sol, que salvo para casos muy específicos, suelen quedarse muertas de asco en el bolso. Pues ayer... ni eso.
¿Y qué pasó? Pues que por causas desconocidas hasta para la médica, me habían pedido una prueba previa que yo desconocía, y que consistía en dilatarme otra vez las pupilas y en endiñarme cada diez minutitos un colirio diferente. Resultado.... todo estaba como debía estar, pero yo terminé ciega perdida y más cuanta más luz había en mi entorno. La doctora me dijo que no sabía porqué me habían pedido esa prueba tan jorobada y que estaría todo el día de ayer malamente. Pero ayer terminaba a las doce de la noche. O eso pensaba yo.
Hoy me levanto y digo... pero si ves y todo ya.... Y un ñordo, porque fue encender la luz del baño para lavarme la cara y quitarme las legañas de esta noche y decirme para mí misma... ¡¡¡leñes, cuánta luz hayyyyyy!!!
Y mirarme los ojillos y verme las pupilas aún bien grandes. Así que, mejor que ayer por fortuna, pero muy malamente con el más minúsculo rayo de luz que se le crucen a las susodichas. ¿Normal? Supongo que muy normal no será que a estas alturas de la película mis ojitos sigan como están, pero igual si aprovecho el tirón me hago tan famosa como aquel dibujo animado del que os hablaba al inicio de esta entrada y saco provecho.
Saludos desde Cegatonn City