Rrrrr, Rrrrrr, Rrrrrrr

lunes, 27 de diciembre de 2010

Madrid a todo color

Porque, a pesar de ser una ciudad caótica y llena de gente y agobiante (al menos para mí) es de lo más bonita y tiene muchísimo encanto.
Este es como un pequeño homenaje a una ciudad insufrible, pero a veces, insustituible:



miércoles, 22 de diciembre de 2010

¡FELICIDADES!

Hoy me dio por hacer limpieza, porque llevo con el blog desangelado desde hace un tiempo. Y como ayer subí algo del bueno de José Saramago y ví que le colgaba una arañeja de la nariz, hoy, plumero en ristre, voy a hacer limpia, por aquello de que en estas dichosas fechas, más estamos dando tumbos por las calles que dentro de casa.


La araña que colgaba de la esquina derecha del blog ya la he quitado, más que nada porque me estaba dando un algo sólo de mirarla. Y esos ojillos saltones que me echaban unas miradas que pa qué me terminaron por asustar y le metí un buen meneo y, aunque no sé si desaparecida y con sus familiares difuntos o dándose un garbeo por alguna de las entradas, el caso es que dejé de verla y ya descanso, que para mí las arañas son muy estresantes a la par que asquerositas.

Pues eso. Que tengo la casa como los chorrillos del oro y ambientada incluso. Y como no sé si tendré mucho tiempo de ir y venir por aquí, os voy a felicitar las fiestas, que una, ante todo, es de lo más educadita y eso, por mucho asco que le den las susodichas, no dejará nunca de felicitarlas.

FELICES FIESTAS A TODOS. SEDME BUENOS Y NO HAGÁIS MUCHOS DESPLANTES, QUE LUEGO NO HAY REGALINES.

¡Besetes arrechuchaos!

martes, 21 de diciembre de 2010

Homenaje a José Saramago

Nos quedaron sus escritos.
Aquí dejo algunas de sus frases. Yo creo que se pueden sacar cosas buenas de la mayoría de ellas


miércoles, 8 de diciembre de 2010

Probando, probando

Sugerencia que un equipo de inspectores de la Consejería de Educación ofrecieron a los directores/as de centros educativos de una comarca muy cercana a Sevilla:


El alumnado debe contar entre su material con tres pequeños cubiletes de plástico: uno rojo, otro amarillo y el otro verde. Durante la clase, cada alumno atenderá a las explicaciones del profesorado y situará en su pupitre el cubilete que indique su comprensión de lo explicado. Rojo: "No entiendo nada". Amarillo: "No lo entiendo todo". Verde: "Lo entiendo". De esta manera, el docente, de un solo vistazo, captará si su explicación está llegando a la clase o, por el contrario, debe esforzarse por hacerse comprender y/o por bajar el nivel de complejidad de lo explicado.

Pero la realidad siempre supera a la ficción. Dentro de una clase ocurría esto con la experiencia de los cubiletes:

-¿Maehtro, er cubilete amarillo pa qué eh?

-Maehtro, er Yozua ma quitao loh cubileteh.

-Maehtro, la Yeni eh una empollona, que ciempre tiene er cubilete verde.

-Maehtro, me zan perdío loh cubileteh, ¿puedo i ar cervicio?

-Maehtro, ¿ci zaco er cubilete verde maprueba?

-Maehtro, mira cómo toco la batería con loh cubileteh.

-Maehtro, er Crihtian ma ehcupío en er cubilete.

-Maehtro, yo lo primero lo he entendío pero aluego no, ¿qué cubilete pongo?

-Maehtro, ¿ci traemoh loh cubileteh hay que traé tamién er libro?

-Maehtro, yo er cubilete roho no lo pongo, que me llaman zurnormá.


Desde los despachos parece todo muy bonito.

martes, 7 de diciembre de 2010

Papá Noel Junior

A los reyes magos ya no les quiero escribir, porque sé que están muy mayores y que les puede costar muchísimo encontrar algo de lo que les pida. Aparte de que creo que siguen teniendo más trabajo que Papá Noel. Así que he decidido que con seguridad voy a ir contactando con el gordito relleno de colorao. Lo que pasa es que también anda ya muy mayor y casi va a ser mejor, por aquello de ver atendidas mis necesidades, que le mande la carta a Noel Junior, que como suponéis, es el hijo del de rojo. Por si alguno no le conocéis aún, os dejo una imagen de ese buen hombre que también, por aquello de ayudar a su padre y a los renos y de hacerme feliz, va a atenderme a la voz de YA. Si yo además no voy a pedir cosas materiales... sólo algún favorcillo que otro!!!!!!!

Vive Madrid

Como colofón a tres días de fiesta o más bien sin ir a currar, aquí una, precavida o previsora, como se quiera, sacó dos entraditas para una obra de teatro en Madrid por aquello de echarse unas buenas risas acompañada del marido.

La obra empezaba a las 19 horas, así que con salir con algo de tiempo íbamos la mar de bien. Cogimos el coche a las 17.30 horas. En una hora y media, ya puede estar Madrid fatal, que vamos estupendamente. No nos acercamos demasiado a Gran Vía y dejamos el coche cerca de El Retiro y caminamos, que parece que no va a seguir lloviendo. Pero… oh, ilusos!!! Cómo pretendéis aparcar en el centro un día cercano a las navidades y encima con mucho personal de puente? Pues siendo chulos, que es lo que somos.

Pero no, ni mucho menos. Por la zona del El Retiro, ni de coña mañanera se podía aparcar. Por Atocha, pa qué contarte. La policía desviando el tráfico. Medio mundo metido en sus vehículos y toditos como locos. Finalmente, ya llegando a Cascorro y siendo alrededor de las 18.20 minutos, decidimos que lo mejor es meter el coche a un parking y llegar andando o en metro a Callao, porque la cosa pinta en bastos más que en oros.

Las 18.40 y sin visos de encontrar un puñetero parking público libre. Todos cuelgan su flamante cartel de COMPLETO. Así que el marido se queda con una entrada, yo pillo la otra y me dice el pobre: al menos entra tú que no perdamos todo el dinero que nos ha costado, que yo sigo intentando aparcar.

Me meto en el metro con un mosqueo del quince: el metro se me acababa de ir: cuatro minutos para el siguiente. Y yo comiéndome los muñones. Llega, me subo y bajo en Callao. Me empiezo a poner nerviosa porque ni siquiera tengo claro dónde leñes está el teatro. Pregunto y nadie me sabe decir, sigo preguntando y la respuesta sigue siendo la misma: me suena mucho, pero no sé bien. Por fin me tiro a la carretera y le pregunto a un policía casi con riesgo de atropello. Me explica. Llego finalmente cuando son las 19.10 horas. Ahora no me dejarán entrar. Llamo antes al contrario y el pobre mío sigue buscando sitio cagándose en tó lo cagable porque no había nada más a mano donde poderse cagar.

En la taquilla del teatro me dicen, porque debía llevar cara de lástima o de querer matar a alguien y la taquillera no quería ser la primera víctima, que me las pueden cambiar para otro día (coño, que había cogido dos de las caras en la tercera fila de butacas, que tan cerca no había estado yo en mi vida de los actores), pero que claro, que necesitaban las dos entradas. Cojonudo! A la busca y captura de mi señor marido, que debía estar en algún punto del puñetero Madrid. Le llamo, quedo con él como en los mejores tiempos, en la boca del metro. Yo toda mona de la muerte, que eso sí que hay que hacerlo siempre aunque vayas a tirar la basura. Le veo llegar, me vuelvo a tirar a la carretera y él me tira la entrada por la ventana. Voy a toda mecha al teatro. Me las cambian por otra tercera fila para el día 16, jueves. Uf! Al menos no hemos tirado la tarde completa. El dinero no lo hemos perdido. La paciencia y la alegría sí, pero cosas peores han pasado en este mundo. Llamo al contrario cuando vuelvo a salir a Gran Vía. Corre hacia abajo a ver si me pillas en el semáforo. Corre me dice. Sí. Con la marabunta de gente que no deja de pasear arriba y abajo, que parece que voy en una manifestación sumamente acompañada y encima se ha puesto a llover, todos con sus paraguas menos yo, con lo cual más complicado se hace el poder dar un paso por la Gran Vía, con los pies ya como higos de tanto ir y venir… Yo corro, pero no sé si te cogeré. Sigue corriendo que no me puedo parar en ningún sitio. Y sí. Por fin, después de yo qué sé cuántos metros lisos, diviso mi querido coche y mi querido marido dentro. Me vuelvo a tirar a la carretera saltándome el carril bus, que menos mal que no venía ninguno en ese momento, que si no me estampana. Entro en mi coche. Tiro el bolso, la bufanda, las gafas empañadas, sudando como un pollito y echando pestes. Hasta los mismísimos huevos de Madrid. Odio Madrid. Qué bonito Madrid! Qué asco de Madrid! Madrid me mata! De Madrid al cielo! Pongamos que hablo de Madrid! Es una mierda este Madrid, que ni las ratas pueden vivir! Qué razón tenía Leño con aquella canción.

El día 16 iremos al teatro. Jueves. 20.30 horas. Pero desde luego… en transporte público. Y espero que a reirnos!

viernes, 3 de diciembre de 2010

La escuela que tuvimos muchos de nosotros

Antigua... o no tanto, dependiendo para quién. A mí me queda lejana, pero hay cosas que recuerdo gratamente de las que figuran en la presentación que me ha enviado mi colega de Graná, al que le agradezco enormemente que de vez en cuando me mande este tipo de cosas para el recuerdo.
Espero que os remueva un poquito los adentros, porque seguro que algunos aún lleváis con vosotros alguno de estos recuerdos o quizá os sorprenderá gratamente volver a inventarlos tal como eran:



miércoles, 1 de diciembre de 2010

Va a ser verdad

No dejes de dormir conmigo

Me acosté tranquila. Él no me acompañó esta vez, aunque casi siempre prefiere venirse a la cama conmigo. No así anoche. Y realmente me extrañó.

Cuando apenas estaba conciliando el sueño le sentí despacito, sigiloso: primero fue su aliento en mi oído para después comenzar a acariciar mi pelo. Lógicamente le sentí, le noté en cuanto empezó a decirme cosas como susurrando a la oreja. Sabe que eso me gusta. Sabe que me encanta que se venga conmigo cuando me acuesto. Sabe que yo le doy calor y que me entusiasma tenerle cerca sintiendo su cuerpo tan cerca…

Hasta que se acostó el contrario y mi gato decidió abandonar mi almohada, dejar de ronronearme en el oído y no volver a tocar mi pelo, para marcharse con la música a otra parte. Se acurrucó en mis pies, pero ya no fue lo mismo.

:-P

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